Así como un grafólogo es capaz de esclarecer características de personalidad (e incluso el estado de tu salud mental) a través de la escritura, existen muchos otros factores físicos que nos dan pistas sobre el tipo de persona que somos. Las apariencias delatan si estamos tratando de recordar un hecho o si lo estamos inventando; el lenguaje corporal revela la comodidad o incomodidad que sentimos hacia nuestro interlocutor; y los labios nos cuentan historias sin palabras.
Mitos del volumen de labios y prácticas a evitar
Tras el salto al estrellato de los nuevos labios de Kylie Jenner, fueron muchas las prácticas y consejos que se viralizaron en las redes sociales sobre cómo conseguir los mismos labios que Kylie en una manera «casera».
Una de las más populares era la de engrosar los labios por succión con un corcho o chupito. Tal acogida tuvo este truco de que se fabricaban moldes de silicona ad hoc con el tamaño de los labios para facilitar el proceso de succión. Además, estos productos se vendían a través de tiendas online desde China a precios muy asequibles, lo que aumentó mucho su demanda.
Labios anchos
Los labios anchos son generalmente más largos que llenos y se extienden de mejilla a mejilla para crear una sonrisa distintiva.
Se considera que los labios tienen casi el mismo ancho y alto, con bordes redondeados.
Labios normales
No son ni gruesos ni delgados, la parte superior e inferior están perfectamente equilibradas. El arco de Cupido no tiene una forma definida. Son típicos de personas equilibradas y justas, optimistas, que resuelven cualquier problema con facilidad. Escuchan a los demás y respetan las opiniones de los demás.
Son muy corpulentos, con ángulos marcados, pero con una musculatura gruesa que los hace lucir muy bien. Son muy sensuales e irresistibles. Se dice que los de labios carnosos nacen para cuidar de los demás. Generalmente corresponden a personas valientes y seguras de sí mismas, con un fuerte instinto maternal. Como son muy empáticos, piensan primero en los demás y luego en sí mismos.