Quince minutos es un tiempo que, bien organizado, será necesario para lucir una piel bonita. La limpieza, la hidratación y el maquillaje son las condiciones necesarias para estar bella. Mira esta pequeña rutina, cómo invertir cada minuto de esos 15.
Los primeros seis minutos para limpieza personal e hidratación de la piel. Recuerda utilizar geles que respeten el pH natural y no abusar de baños o jabones, ya que reducen la cantidad de lípidos en la piel.
Es mediodía, has tenido un día agotador y tienes sueño. Si estás a punto de irte a la cama y «saltar» para limpiarte la piel… no lo hagas. Incluso si no usas maquillaje, tu piel está sucia: la contaminación y las secreciones de la propia piel (sebo y sudor) se depositan en la superficie y obstruyen los poros.
Me voy a casa. Si te da pereza limpiarte la piel antes de acostarte, hazlo cuando llegues a casa del trabajo. 1 minuto y un limpiador suave (como gel purificante para pieles grasas o espuma limpiadora facial) es suficiente para dejar la piel fresca y luminosa
Reposo mínimo nueve horas
La mejor manera de decir adiós a los puntos negros, espinillas y poros dilatados es realizar una sesión de limpieza de cutis dos veces al día. Los expertos recomiendan aplicar leche limpiadora, tónico e hidratante. Serán excelentes aliados para eliminar la suciedad y la piel áspera.
Usa productos naturales rehidratantes
El aceite de coco y el aceite de ricino son dos productos naturales que pueden ayudarte a cuidar tu piel… ¡pero también tus cejas y pestañas! Para ello, aprovéchalo regularmente (con moderación) para mantener el marco de tu look espectacular aún sin una gota de maquillaje.
También puedes aplicar alguno de estos productos en tus labios para rehidratarlos. Sin embargo, hay muchos acondicionadores en crema que son ideales cuando sufres de sequedad o incluso agrietamiento.