Estrés, depresión, falta o falta de sueño, mala alimentación, tabaquismo, alcohol y café, sedentarismo, exposición solar, etc. son grandes enemigos de nuestra piel.
Todos estos factores contribuyen a la intoxicación y falta de oxigenación de la piel, la deshidratación, el envejecimiento prematuro, los problemas cutáneos, la aparición de cansancio e irritación, entre muchos otros aspectos fundamentales para nuestra salud emocional y física.
Trata de mantenerte hidratado por dentro y por fuera
El agua es esencial para restaurar el brillo natural de la piel. Para ello debemos beber una cantidad de agua acorde a nuestras necesidades, es decir, ser conscientes de las nociones básicas de hidratación y beber el agua que nuestra sed necesita.
Es fundamental para nuestra piel hidratarla después de la ducha. Un buen humectante no tiene por qué ser costoso, solo hace que nuestra piel sea suave y flexible. Descubre cómo cuidar tu rostro con agua de arroz para lucir mucho más joven.
Hidratación
Después de limpiar la piel, es importante hidratarla bien, ya que así quedará más elástica, tersa y luminosa. Es importante saber que todo tipo de piel necesita hidratación (piel seca, mixta o grasa), por lo que es importante que tu dermatólogo te recomiende una crema hidratante adaptada a tu tipo de piel. Además, ahora con el uso de mascarillas, es aún más importante que nunca tener una buena higiene e hidratación de la piel del rostro.
A partir de los 30 años recomendamos el uso de retinol medicinal por la noche a casi todo el mundo, ya que nos ayudará a mantener una piel sana, joven y a retrasar los signos de la edad, tal y como lo hemos visto en años anteriores. esta publicación. Eso sí, el retinol es una molécula que puede resultar irritante al principio, por lo que recomendamos utilizarlo siempre bajo la supervisión de tu dermatólogo.
No fumes
El tabaco no solo daña tu salud, sino que también tiene efectos nocivos para la piel. Fumar disminuye los niveles de vitamina A, lo que afecta negativamente la cantidad y calidad de colágeno y elastina en la dermis. Es responsable de la deshidratación de la piel, dándole un aspecto áspero, frágil y una tez pálida, debido a la falta de oxigenación de las células.
Fumar también provoca líneas de expresión alrededor de la boca («código de barras»).