Por lo general, el cuerpo humano está compuesto por un 70% de agua, pero si nos fijamos sólo en la piel, este porcentaje sube al 75%. La hidratación es la responsable, junto con el colágeno, de dar a la piel un aspecto terso y jugoso. Una vez que haya pasado la barrera de los 30, su cuerpo es menos eficiente para retener la humedad, por lo que es importante suministrarla.
Cuando no bebes suficiente agua, el efecto es similar a dejar una verdura al sol durante días: pierde volumen y firmeza y se ve opaca y sin vida. Trate de beber de dos a tres litros de agua al día. Y, si quieres mejorar la capacidad de tu cuerpo para retener la humedad, añade unas gotas de jugo de limón.
Daños en nuestra piel
El estrés, la depresión, la falta de sueño, la mala alimentación, el tabaquismo, el alcohol y el café, el sedentarismo, la exposición al sol, etc., son grandes enemigos de nuestra piel.
Todos estos factores contribuyen a la intoxicación y falta de oxigenación de la piel, la deshidratación, el envejecimiento prematuro, los problemas cutáneos, la aparición de cansancio e irritación, entre muchos otros aspectos fundamentales para nuestra salud emocional y física.
Un cutis perfecto con ácido salicílico
El ácido salicílico es un componente conocido, entre otras cosas, por sus propiedades analgésicas.
Sin embargo, es un excelente remedio de belleza para limpiar la piel de impurezas y prevenir las imperfecciones.
Lleva una alimentación variada y saludable
Ten en cuenta que lo que comes afecta no solo a tu salud, sino también a tu envejecimiento. El exceso de aporte calórico, alimentos procesados, exceso de azúcar y sal, frituras, comer en grandes cantidades y en horarios irregulares, aceleran el envejecimiento de la piel.
Por el contrario, el consumo de frutas, verduras, frutos secos, legumbres… aporta los mejores nutrientes para la regeneración celular y revitalización de la piel.
Retinol, tu gran aliado
A partir de los 30 años recomendamos el uso de retinol medicinal por la noche en casi todas las personas, ya que nos ayudará a mantener una piel sana y joven y a retrasar los signos del envejecimiento, tal y como contamos en este post. Eso sí, el retinol es una molécula que puede resultar irritante al principio, por lo que recomendamos utilizarlo siempre bajo la supervisión de tu dermatólogo.
Ciertos alimentos, dadas sus propiedades antioxidantes, deberían formar parte de nuestra dieta. Los cítricos, el melón, la alcachofa, el brócoli, el tomate, el ajo, los arándanos, las nueces, la zanahoria y la manzana, entre otros, son alimentos antioxidantes que favorecen el buen estado de la piel. Además, no abuses de los hidratos de carbono de absorción rápida (harinas refinadas, pan blanco, dulces, etc.) y evita en la medida de lo posible los alimentos ultraprocesados.