En la rutina de la mañana, en esos primeros minutos que llegan cuando te levantas para empezar un nuevo día, hay un gesto que se repite en cientos de miles de hogares en todo el mundo: ir al baño a lavarse a una precio alto. Esta costumbre sigue siendo una forma muy eficaz de acabar con el “despertar” debido al efecto revitalizante que tiene sobre nosotros el agua fría al entrar en contacto con nuestra piel.
En Salimar queremos animarte a que aproveches este sencillo gesto para cuidar la piel de nuestro rostro al despertar. Ya hemos explicado extensamente en este mismo espacio por qué la sal marina es un excelente exfoliante natural. También los múltiples beneficios de la sal marina para el cuidado de nuestra piel. En estos dos artículos, de hecho, encontramos muchas razones por las que lavar la piel con agua salada cada mañana puede convertirse en un ritual de belleza que marque un antes y un después en la vitalidad y el aspecto del rostro.
Si es necesario, aplicar un contorno de ojos
Se recomienda utilizar el contorno de ojos todos los días, siempre después de la limpieza del rostro. Es una zona muy delicada y frágil ya que la piel del contorno de ojos es la más fina y sensible de todo el rostro, por lo que es necesario un producto especialmente formulado para esta zona como es K-Ox Eyes de Isdinceutics.
Aplicar una pequeña cantidad en el dedo anular y aplicarlo alrededor del ojo con ligeros toques, sin arrastrar el producto, o utilizar su aplicador y realizar un masaje efecto frío que ayudará a descongestionar la zona.
Piel grasa
Tienes piel grasa si tu piel se ve brillante y grasosa, tiene poros dilatados (grandes) y ocasionalmente aparecen puntos negros, granos y/o botones. Además, el color de la piel puede ser opaco, ya que los vasos sanguíneos pueden no ser visibles. Todo esto se debe al exceso de sebo que genera nuestra piel. Su lado positivo es que la piel no se estira.
Tienes una piel normal si es equilibrada, es decir, tiene una textura suave, es elástica, mantiene una buena hidratación, tiene el poro pequeño y tiene un tono sonrosado y brillante. Se podría decir que no tiene exceso de textura, color o comportamiento. Este tipo de piel es muy difícil de mantener en el tiempo, ya que con la edad tiende a parecerse a otros tipos de piel debido al envejecimiento.
¿Qué tipo de mascarilla debo usar?
La mascarilla a aplicar depende del tipo de piel. Existen mascarillas para pieles secas, que contienen aceites nutritivos como el de oliva, karité o aguacate que previenen la sequedad y la descamación. Pero si tu piel es mixta o grasa, lo mejor es utilizar mascarillas con gránulos exfoliantes que absorben la grasa y mantienen el rostro apagado y sin brillo.
Para pieles maduras es mejor utilizar mascarillas antiedad, ya que además de hidratar la piel, ayudan a prevenir la aparición de arrugas y retrasan el envejecimiento.
Usar el producto de limpieza incorrecto
Cada vez más, las marcas ofrecen varias versiones del mismo producto para diferentes tipos de piel. Pero a menudo compramos los incorrectos, simplemente porque no conocemos el 100% de las necesidades de nuestra dermis.
Todos los limpiadores están formulados con una variedad de ingredientes; algunos activos y otros no. Estos ingredientes determinan el tipo de piel para el que es adecuado el limpiador.