Cómo tener la piel como la de un bebé

La piel del bebé es resistente, elástica, suave, permeable y delicada. Es el órgano más grande del cuerpo humano, un conjunto de células que forman una barrera delgada y resistente para los humanos. Al nacer, el bebé continúa el proceso de desarrollo de la piel.

Dado que su función de barrera protectora aún no está completamente desarrollada, las sustancias pueden penetrar con mayor intensidad.

Consejos a tener en cuenta para cuidar la piel de tu bebé

Como decíamos, el baño es una parte importante del cuidado de la piel de tu bebé. Pero no el único. A lo largo del día habrá momentos en los que deberá tener cuidado. Por ejemplo, en cada cambio de pañal. Te contamos cómo cuidar la piel de tu bebé en todo momento.

¿Sabes cuándo bañar al bebé? En torno a la hora del baño, existen varios mitos, pero también certezas. El agua debe estar a una temperatura entre 34º y 37º; la habitación entre 23º y 25º. Elige un cosmético específico para bebés que puedas utilizar desde el primer día de vida; y si tienen ingredientes de origen natural, mejor.

¿Cómo es la piel de mi bebé?

La mayoría de las nuevas mamás se preguntan cómo cuidar la piel de mi recién nacido. De hecho, hasta los tres años, la piel del bebé requiere un cuidado especial. Veamos sus características:

Es cinco veces más delgado que un adulto.

Es inmadura y reacciona rápidamente a las agresiones externas.

Carece de flora bacteriana que actúe como defensa.

Es muy propenso a la irritación, por ejemplo, dermatitis del pañal o dermatitis atópica.

Tiende a resecarse y desconcharse.

Las uñas del bebé crecen rápido. Debido a esto, pueden rascarse y lastimarse.

La dermatitis seborreica o costra láctea puede desarrollarse entre las dos semanas y el año de vida, afectando al cuero cabelludo.

El recién nacido conserva el muñón del cordón umbilical hasta unas tres semanas. Entonces, si no se trata adecuadamente, puede ocurrir una infección durante este tiempo.

Hidratarla

Para tener una piel más tersa, además de exfoliarla, hay que hidratarla, de lo contrario puede resecar demasiado.

No obstante, es fundamental elegir una loción hidratante adaptada a nuestro tipo de piel, para que nutra lo suficiente sin dejar la piel grasa.

Para la vista cansada y las ojeras:

Té en los ojos: al hacer té, no tires las bolsitas de té, puedes guardarlas en el refrigerador hasta están frías y ponlas en tus ojos por unos 20 minutos. Una vez hecho esto, enjuaga tu rostro, ya que el té puede manchar, pero el efecto de desinflamar y combinar el color de tu rostro es bastante rápido.

Mezcla aceite de coco con aceite de almendras: si mezclas una cucharada de cada ingrediente, masajeas debajo de los ojos y dejas actuar unos 20 minutos, notarás un cambio rápido.