Los dermatólogos siempre atribuyen el envejecimiento al sol. Pero el sol solo envejece la parte superficial de la piel. Lo que realmente nos hace lucir envejecidos son los cambios dramáticos que ocurren en la grasa y los huesos faciales a lo largo de los años. ¿Podemos hacer algo?
Se dice que un hombre no envejece cuando se le arruga la piel sino cuando se le arrugan los sueños y las esperanzas. Pero la realidad es que en décimas de segundo nuestro cerebro es capaz de reconocer cuando una persona es joven y cuando ya no lo es. Nos llama la atención cuando los jóvenes empiezan a tratarnos con vosotros. ¿Cuáles son los cambios que se producen en nuestro rostro para que podamos saber rápidamente si una persona es joven o vieja?
Duerme poco
Sin duda, la expresión «sueño de belleza» no es una expresión al azar. Para evitar que aparezcan los signos de la edad en la piel, es necesario mantener un patrón de sueño regular.
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¿Qué es el envejecimiento de la piel?
«La piel envejece porque sus células ‘olvidan’ cuál es su función y dejan de secretar colágeno y otras proteínas».
El envejecimiento es el proceso por el cual la piel comienza a sufrir una serie de cambios que alteran su composición y textura.
Epidermis
Es la capa más superficial, más externa y la que vemos. Se renueva constantemente debido a la producción continua de células en las capas internas y al desprendimiento de células de la parte más externa. Actúa como una barrera química y física muy importante de nuestro organismo. Su integridad es fundamental para limitar la pérdida de agua transepidérmica (pérdida de agua a través de la piel).
Ubicado debajo de la epidermis, proporciona resistencia estructural a la piel, ya que es donde se encuentra el tejido conectivo. Contiene varios componentes: fibras de colágeno y elastina y glicosaminoglicanos (como el ácido hialurónico) que pueden absorber agua, manteniendo así la hidratación y elasticidad de la piel.